Lleva el nombre del biofísico alemán que lo diseñó, y se trata de un dispositivo que sigue permitiendo en la actualidad obtener información muy útil acerca de la frecuencia cardiaca,conociendo si hay o no alteraciones en el ritmo cardiaco durante al menos 24 horas. Hablamos del Holter, invención de Norman J. Holter, con el que se consigue dar respuesta a cómo se comporta el corazón desde el punto de vista eléctrico durante un día cualquiera, mientras hacemos nuestras actividades cotidianas.
¿Cómo funciona el Holter?
La colocación del Holter en el paciente es bastante sencilla. La Enfermera coloca en el tórax del paciente varios electrodos que están conectados a una grabadora digitalizada. Después, el paciente debe mantener su actividad normal durante ese
día, ya que el examen se realiza de forma ambulatoria. Una vez transcurrido el tiempo de registro, que suele por 24 horas, regresa a la consulta (que es donde se retira el dispositivo la Enfermera descarga los datos que ha recogido la grabadora en un ordenador. El cardiólogo obtiene de ellos información muy útil sobre la frecuencia cardiaca, alteraciones del ritmo y posibles trastornos por alteraciones del flujo coronario.
Cuándo está indicado el Holter
La monitorización ambulatoria del electrocardiograma que se realiza con el Holter suele indicarse cuando el paciente experimenta palpitaciones y taquicardia de origen no bien tipificado, sufre mareos o síncopes de causa indeterminada o padece dolor en el pecho en reposo o durante el ejercicio sin hallazgos en el electrocardiograma de esfuerzo.

